Puntos ciegos en la conducción de un vehículo

En muchas ocasiones mientras conducimos un vehículo, vemos cómo conductores cambian de pista de circulación sin observar previamente por los espejos retrovisores mientras de manera imprevista se aproxima otro conductor por los laterales.

Cómo hay peatones que se interponen en nuestro camino mientras efectuamos una maniobra de retroceso sin habernos percatado anticipadamente, cómo los buses, que dada sus características y carrocería, al efectuar maniobras de giro hacia la derecha o izquierda no perciben adecuadamente a los usuarios peatones, bicicletas o motocicletas que irrumpen sorpresivamente el paso y se exponen al riesgo de accidente.

Todos estos escenarios y muchos más de esta naturaleza, son situaciones que ocurren con mayor frecuencia de lo que pensamos, pero todas representan hechos atribuibles a nuestras limitaciones humanas y también a las condiciones y característica de la carrocería de los vehículos que conducimos dando origen a los llamados puntos ciegos.

Los puntos ciegos, también conocido como ángulo muerto, representan  zonas o áreas en las cuales el conductor de un vehículo, cualquiera sea su tamaño, pierde la visual desde su punto de operación, o ésta se ve obstaculizada, ya sea porque los espejos retrovisores se encuentran mal ajustados o simplemente porque la carrocería del vehículo le impiden tener una panorámica más amplia, generando espacios desprovistos de visión en los espejos. No debemos descartar tampoco que también importa nuestra posición del cuerpo, de la cabeza o la perspectiva con la que miremos.

Siendo así, es menester señalar que se encuentra implícito en cada escenario señalado el factor visual, concepto que se relaciona a la capacidad que tiene el ojo humano o del observador a percibir o darse cuenta de un objeto próximo a él dentro del espacio que abarca la vista. Este concepto, muy utilizado por quienes investigamos accidentes de tránsito cuando se determina que la causa que lo provocó, ha sido por circunstancias desfavorables de visual de él o los participantes que, en algunos casos atribuible a puntos ciegos, asociándole la condición a una conducción por “no estar atento a las condiciones del tránsito del momento”.

Precisamente, en muchos de los accidentes de tránsito en nuestro país está presente la causal de no estar atento a las condiciones del tránsito del momento, de hecho, las estadísticas a nivel nacional dan cuenta que ésta es la que produce mayor siniestralidad año a año, y la segunda en producir la mayor cantidad de fallecidos.

Consejos para disminuir los puntos ciegos:

Sin el apoyo de los espejos, el conductor de un vehículo cuenta con un campo visual hacia adelante y hacia los laterales de aproximadamente 180 grados en la horizontal y 100 grados en la vertical, de ahí la relevancia de su ajuste antes de iniciar la conducción.

• El espejo exterior izquierdo debe permitir visualizar ligeramente el borde derecho hasta la parte posterior de la carrocería del vehículo. La otra área del espejo debe permitir visualizar el auto que le sigue y la pista de circulación por donde transita éste.

• El espejo exterior derecho debe mostrar ligeramente la parte trasera del vehículo y la pista de circulación.

• El espejo retrovisor interior, debe reflejar de manera amplia y por completo la zona posterior que comprende la luneta (parabrisas trasero).

• Los espejos deben encontrarse en buenas condiciones, limpios, sin obstáculos ni grietas que dificulten la visual.

• Si fuese posible, además de apoyarse con los espejos, hacer una rápida mirada girando la cabeza.

Cuidados que hay que tener presente frente al acercamiento de vehículos y peatones:

• Cuando se realicen maniobras de adelantamiento o sobrepaso, nunca ubicarse en el punto ciego de otro vehículo.

• Los vehículos menores deben hacer notar su presencia cerca de los vehículos mayores (camiones y buses), procurando no colocarse en los puntos ciegos.

• Los conductores de vehículos mayores por su parte, deben estar atentos a las condiciones del tránsito por donde circulan, sobre todo cuando efectúan maniobras de giro hacia la izquierda o derecha en cruce de calles. Esto tiende a salvaguardar la integridad física de peatones, ciclistas y motociclistas que, en algunos casos, tienden a sobrepasar a este tipo de vehículos.

• Cuando se realizan maniobras de retroceso, principalmente por vehículos de grandes dimensiones, asegurarse que no haya algún vehículo o persona en la parte posterior que podría ser víctima de algún embestimiento.

Víctor Cancino Veloso - Experto en investigación de accidentes de tránsito