El problema de la conducción y la agresividad
Tal y como publican algunas estadísticas, más del 90% de los chilenos ha protagonizado algún altercado con un automovilista y más del 20% de las personas sale a la calle con disposición para enfrentarse con otro conductor.
Además, 4 de cada 10 personas que circulan por las autopistas urbanas lo hacen a exceso de velocidad. Los expertos en seguridad vial de CEA Chile analizan y responden sobre el perfil de este tipo de conductor y las medidas que pueden paliar el problema.
Pero…. ¿Qué es realmente la conducción agresiva? Y ¿Cuáles son los factores clave que tienden a potenciar este comportamiento? La amplia investigación respecto a este asunto ha permitido dar respuesta a muchas cuestiones claves sobre el problema de la conducción y la agresividad.
Se puede considerar una conducción agresiva cuando un conductor pone en riesgo física o psicológicamente a otros conductores.
Un estudio europeo, demuestra que los tipos de comportamiento agresivo, así como la frecuencia con que se practican éstos, varían conforme a los usos y costumbres de cada país.
Características y perfil del conductor agresivo
No existe unanimidad a la hora de describir un perfil prototipo del conductor agresivo, en cambio sí se ha establecido un perfil preciso del conductor peligroso, entre cuyas tendencias estaría la agresión en la conducción.
El conductor peligroso es aquel individuo que manifiesta tendencias antisociales y violentas, desajustado e incontrolado en sus comportamientos, con un escaso nivel de eficacia y de control personal, y que en consecuencia, es incapaz de reaccionar adecuadamente frente al estrés emocional intenso.
Todo ello lleva a aumentar su nivel habitual de agresividad, dando lugar a estilos de conducción violenta, competitiva, arriesgada, temeraria, que busca sensaciones nuevas e intensas y que por tanto les convierte en individuos de alto riesgo.
Los conductores jóvenes tienen un estilo de conducción más arriesgado que los conductores de mayor edad. Conducen más rápido, mantienen menores distancias de seguridad con los vehículos que les preceden y es más probable que ignoren los semáforos.
Determinantes asociados a la agresión
A la hora de explicar el origen de las conductas agresivas generales y las que se manifiestan en la conducción, los científicos han distinguido entre las causas endógenas (propias de la persona) y las causas exógenas (procedentes del ambiente, la situación y la sociedad).
La percepción subjetiva de las situaciones, el estilo de vida y las actitudes que se han ido conformando en nuestra personalidad a lo largo de nuestra vida puede dar lugar a una mayor o menor proclividad a la violencia cuando conducimos.
Los expertos apuntan que las conductas agresivas son desencadenadas por variedad de estímulos. Algunas son provocadas por las acciones de otros conductores y otras, por ejemplo, por la propia congestión y situación del tráfico. Pero, la mayoría de conductas agresivas en la conducción son generadas por el propio humor y reacciones del conductor cuando se encuentra manejando un vehículo.
Desde una perspectiva emocional se establecen tres categorías de perturbación en las emociones que llevarían a diferentes tipos de infracciones: La impaciencia y la falta de atención, la lucha por el poder y el riesgo.
La impaciencia y la falta de atención
-
Saltarse los semáforos en rojo
-
Acelerar con el semáforo en amarillo
-
Saltarse la señal de pare
-
Cruzarse en los giros o pisar el paso de cebra
-
Bloquear las intersecciones
-
No ceder el paso
-
Cambios inapropiados de carril o zigzagueos
-
Conducir de 10 a 20 km/h por encima del límite de velocidad
-
No mantener la distancia de seguridad
-
No señalizar cuando es necesario
-
Frenar o acelerar de forma errática
-
Tomarse demasiado tiempo
La lucha por el poder
-
Bloquear el cambio de carril, negándose a moverse
-
Cerrar un hueco para impedir la entrada
-
Amenazar o insultar gritando, haciendo gestos, tocando la bocina de modo repetido.
-
“Pisar Los talones” para castigar o coaccionar
-
Cercar para tomar represalias
-
Frenar repentinamente para tomar represalias
El riesgo
-
Perseguir competitivamente a otro conductor
-
Conducir bajo la influencia del alcohol
-
Apuntar o disparar con un arma
-
Asaltar con el auto o golpear un objeto
-
Conducir a velocidades muy elevadas
Medidas para reducir la agresividad en la conducción
Las medidas más eficaces para reducir la agresividad en la conducción son las educativas en la etapa escolar, los programas de re-educación para los conductores agresivos, las mejoras en vías y la buena gestión para aumentar la fluidez del tráfico, así como incrementar la información y las campañas.
También funciona la restricción en la circulación, la retirada selectiva de permisos, licencias de conducir y la mayor actuación policial.